Imaginaos un día soleado, el cielo teñido de tonos naranjas y rosados mientras el sol se prepara para despedirse. Ahí estábamos, mi hija Helena y yo, con una idea descabellada y una cámara lista para inmortalizarla: ¡saltar y reír entre los almendros en plena floración!
Helena es un espíritu libre que se desborda en cada risa y cada brinco. Entre los árboles, se convirtió en una especie de hada traviesa, saltando como si no hubiera un mañana y riendo a carcajadas como si el mundo entero fuera un escenario para su espectáculo personal.
La luz jugaba a su favor, bañando el campo en una paleta de colores digna de un lienzo impresionista. Y allí estaba yo, intentando no tropezarme mientras corría detrás de ella, tratando de capturar cada momento de esa locura primaveral con mi cámara.
Los almendros en flor eran como testigos silenciosos de nuestra diversión, sus flores blancas parecían animarse con nuestras risas, como si estuvieran aplaudiendo nuestro espectáculo improvisado.
Cada foto que tomaba era una instantánea de pura alegría y espontaneidad. Por un momento, el tiempo se detuvo y solo existíamos Helena, yo y ese mar de almendros en flor que nos rodeaba.
Al final del día, estábamos agotadas pero radiantes. Habíamos creado recuerdos que atesoraríamos para siempre, y unas cuantas fotos que nos sacarían una sonrisa cada vez que las viéramos.
¿Mas fotos?, ¿fotógrafos Ciudad Real? ¡contacta conmigo para reservar una sesión de fotos de almendros en flor ciudad real con tus peques!
コメント